-
Un grupo de investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón está trabajando en un sistema que permitiría detectar la carga genética de Covid-19 en el ambiente.
-
El objetivo es poder establecer una red de alerta que facilite establecer medidas de actuación y planes de emergencia.
-
Las últimas indicaciones de la comunidad científica apuntan a que la principal vía de transmisión del virus de Covid-19 es a través de aerosoles.
Una trabajo de científicos de la ciudad italiana de Bérgamo, sirvió para descubrir partículas virales del coronavirus en 20 de las 34 muestras recogidas en esta ciudad de la región de Lombardía, una de las más afectadas por la enfermedad en Italia.
Actualmente, la teoría de transmisión del virus a través de aerosoles se está extendiendo entre la comunidad científica.
Según un trabajo publicado en la revista Science Direct, “la evidencia sugiere que la transmisión de SARS-CoV-2 a través de aerosoles es pausible en condiciones faborables”. El objetivo de este análisis es revisar las pruebas de transmisión de transmisión de aerosoles de SARS-CoV-2. En él se afirma que “varios estudios apoyan que la transmisión en aerosol concluyen que “las estrategias de control de precaución deben considerar la transmisión de aerosoles para una mitigación eficaz del SARS-CoV-2. “
La revista Science recoge así mismo en una carta de otro equipo de científicos, liderado por Kimberly Prather de la Universidad de California en San Diego, afirman tajantes que hay «evidencias abrumadoras de que la inhalación del virus SARS-CoV-2 es la ruta de transmisión principal de la COVID-19» y defienden que «la atención debe dirigirse a proteger frente a la transmisión aérea» y las recomendaciones sanitarias han de ser modificadas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) han actualizado su guía de recomendaciones para incluir la transmisión por aire a distancia como una de las vías de contagio del SARS-CoV-2.
En este contexto, científicos de la Universitat Jaume I de Castellón están trabajando en un sistema para detectar la carga genética del virus en el ambiente, usando los filtros que miden los niveles de contaminación del aire.
Red de alerta
“El objetivo de este proyecto es explorar el desfase entre el pico de infectividad asociado a espiración de partículas virales y presencia de síntomas, para proponer una red de alerta y facilitar el diseño de planes de emergencia y de medidas de actuación que permitan reducir el impacto de futuros episodios de COVID-19”, afirma la investigadora Juana María Delgado.
Según Delgado, este equipo multidisciplinar de expertos en epidemiología ambiental, calidad del aire y microbiología llegó a un acuerdo con el servicio de calidad del aire de la Comunidad Valenciana para analizar las muestras de aerosol atmosférico recogidas desde febrero hasta mayo de este año, en la primera ola de la pandemia en nuestro país. Además, la Comunidad facilitará las muestras que vayan recogiendo durante este otoño, el próximo invierno y la primavera de 2021.
“Sabemos que la curva de contagios y fallecimientos creció, ahora queremos ver si esta se replicó en los filtros del aire”, explica la Investigadora.
Mascarillas y ventilación
Por su parte, el Consejo General de Enfermería ha elaborado una serie de recomendaciones para evitar la concentración de aerosoles y evitar contagios de la COVID, como ventilar las estancias, llevar mascarilla bien ajustada a la cara, hablar en tono bajo y fomentar actividades al aire libre.
Esta organización colegial apunta que, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no lo consideran una evidencia contrastada, “tomar cualquier precaución resulta clave para reducir el riesgo de contagio“.